CÓMO MANTENERSE EN FORMA DURANTE TODO EL AÑO
<Valentina
de Jesús Remella>
|
Valentina
de Jesús |
Una gran obsesión,
sobre todo de las mujeres, es mantenernos en forma y adelgazar.
Nos obsesiona prepararnos para que cuando llegue el momento de despojarnos
de la ropa, tener un aspecto físico lo más parecido
posible al modelo de mujer que nos venden a través de los
medios de comunicación.
Ya meses antes
del verano comenzamos a hacer uso o mejor, “abuso”,
de toda clase de dietas, bien suministradas por una revista, bien
transmitidas por una amiga. Todas (las dietas) nos dicen que comiendo
esto o dejando de comer aquello, y sustituyéndolo por algún
preparado insípido, perderemos muchos kilos en poco tiempo.
Nos venden, además, toda clase de productos cosméticos:desde
una crema anticelulitis a otra reafirmante y, de paso, aprovechan
para decirte que cambies también de hidratante por una más
cara pero mucho mejor.
Podría
seguir enumerando los consejos y productos que nos intentan vender
(y a menudo lo consiguen) pero me paro aquí porque me gustaría
proponeros otra manera de “mantenernos en forma” que,
además, sirve para todo el año. Es un poco distinta
a las fórmulas que nos suelen vender pero, desde mi punto
de vista, mucho más eficaz a largo plazo:se trata, por un
lado, de una crema que no es nueva pero que está poco comercializada.
Se llama “CREER EN UNA MISMA” y resulta
muy económica porque se puede preparar en casa, hidrata una
barbaridad, disminuye las arrugas, retrasa el envejecimiento y es
incluso anticelulítica, y todo ello gracias a que te mantiene
flexible, ágil, con buen humor y ganas de hacer cosas.
Eso sí,
para que sea efectiva debe ir acompañada de una dieta especial,
a saber: se completa el desayuno con un preparado llamado AUTOESTIMA
que se adquiere mayormente en los grupos de mujeres pero que puede
dispensarse una misma cuando sabe elaborarlo.
Los efectos inmediatos de la AUTOESTIMA son: primero,
que puedes dejar de tomar cualquier otro medicamento que estuvieras
consumiendo, el siguiente en aparecer son unas ganas crecientes
de hacer cosas de aquellas que has ido relegando, no sólo
cosas de casa o del trabajo, no, de repente empiezas a hacer “cosas”
que no te habías atrevido antes porque te habías o
habían dicho que eras un poco torpe para ello, o que eran
para otras mujeres (u hombres)...
A medio plazo
hacen su aparición un nuevo grupo de efectos:empiezas poco
a poco a decir NO a lo que te agobia, a lo que te estás imponiendo
o te están imponiendo y no sabes porqué;también
empiezas, inesperadamente, a dedicarte tiempo a ti misma y no sólo
a l@s demás;te pones a mirarte al espejo, a ese que has tenido
guardado desde hace tanto tiempo (el que te regaló tu madre
casi nuevo porque ella tampoco lo usó mucho), un espejo en
el que vas viéndo tus deseos, ilusiones, necesidades, donde
te ves aquello que no has hecho aún pero te gustaría
hacer.
Después
de unos días (cada una puede decidir cuanto tiempo necesita)
de tomar este complemento en el desayuno, ya puedes empezar a tomar
en el almuerzo otro preparado un poco más fuerte que se llama
SOLIDARIDAD.
Con éste
lo que experimentas es que además de mirarte y verte de otra
manera, empiezas a mira a las otras mujeres y a verlas, también,
de otra manera. Lo primero de lo que te das cuenta cuando sales
a la calle es de que existen, de que hay mujeres que parecen estar
en “forma” y otras que están en peor situación,
por ejemplo. De repente pasas por la puerta de la asociación
de mujeres y/o la de vecinos y vas y entras, cuando te habías
pasado años sin atreverte a entrar. Descubres que ahora sales
de tu casa con ganas de aprender, de formarte.
A partir de
ese momento cuando ves las noticias de la TV te molestan más
que nunca las situaciones de injusticia que hay a tu alrededor,
te entran ganas de apoyar a otras mujeres y hombres que están
viviendo situaciones de mayor discriminación que la tuya.
Pasadas más
o menos dos semanas, cuando estés tranquila y a ser posible
por la noche, te empiezas a tomar unas gotas de un destilado llamado
CONCIENCIA con lo que completas el tratamiento.
Advierto que
este preparado es más fuerte que los otros porque remueve
más a fondo. En las primeras tomas puedes sentir mareos y
agudos sentimientos de soledad que te pueden dar ganas, incluso,
de abandonar la dieta porque te planteas si merece la pena. Después
te acuerdas de que hay más mujeres que la están tomando,
que algunas llevan años, y te sientes más acompañada,
seguro que ellas también experimentaron las mismas intensas
reacciones.
Estas reacciones
van desde querer vivir de otra manera, pasando por cuestionarte
todo aquello que detectas que te está haciendo daño,
que no te deja ser tu misma, hasta elegir con quién compartir
la vida y decidirte a buscar a alguien capaz de entenderte o al
menos respetarte, que crea en ti y quiera crecer contigo.
Evidentemente
esta es una dieta para ir incorporándola durante mucho tiempo,
no basta unos días, puede llevar años completarla
y es posible que a veces te llegue a cansar y pienses en abandonar,
por eso se aconseja ponerse en contacto con otras mujeres que también
la estemos siguiendo, para compartir y comentar entre todas las
distintas reacciones que cada una experimenta, para apoyarnos y
animarnos a seguir.
Los efectos
del tratamiento, hay que decirlo, pueden acarrear problemas, especialmente
en esta fase de pertenencia a un grupo: a menudo resultan molestos
para algunos sectores de la sociedad porque les recuerdan que hay
mujeres que quieren “ser ellas mismas”, que apuestan
por otra forma de vivir, que creen que una sociedad más justa
es posible, donde hombres y mujeres puedan vivir dignamente y donde
las diferencias no impliquen, forzosamente, desigualdades.
Valentina
de Jesús Remella
Directora Delegación de Salud y Género, Ayuntamiento
de Jerez
|